Crece la demanda de detectives privados en casos de custodia compartida, pensión compensatoria y delitos informáticos
El experto criminólogo y colaborador del Máster Universitario ‘Criminología: delincuencia y victimología” de la Universidad Internacional de Valencia, Christian Moreno, alerta hoy del reciente incremento de casos relacionados con demandas familiares y delitos informáticos.
De esta manera, ha explicado que la “extraña” regulación de la custodia compartida y la incertidumbre que la rodea sobre la competencia autonómica o estatal, ha provocado un incremento en los encargos para realizar investigaciones en el terreno familiar. Además, en ocasiones existen también otros problemas porque “no son los padres los que disfrutan esa custodia compartida sino familiares como abuelos o tíos”, ha matizado.
En este terreno, Moreno señala que los temas relacionados con pensiones alimenticias o compensatorias están “cada vez más” en las agendas de los detectives privados, ya que se dan casos de exparejas que trabajan sin declarar o que conviven con una nueva en el domicilio familiar destinado a los hijos.
El criminólogo afirma que, en el mismo nivel que las investigaciones familiares se sitúan también los delitos informáticos, una demanda creciente sobretodo en casos de intromisión provenientes de Internet o de algún trabajador de la empresa.
En este caso “es común una fuga de información desde dentro hacia la competencia, o de algún miembro que deja la sociedad para montar su propio negocio con la información de su ex compañía”. Para estas situaciones se aplica la informática forense, un sector donde la demanda “va a seguir creciendo en los próximos años”.
Según el Anuario Estadístico del Ministerio del Interior de 2015, los delitos informáticos pasaron de 49.935 en 2014 a 60.154 en 2015. Cabe destacar los delitos de acceso e interceptación ilícita que pasaron de 1.851 a 2.386, los de fraude informático variaron de 32.842 a 40.864, los de interferencia de datos en el sistema de 440 a 900 o los de falsificación informática que pasaron de los 1.874 a 2.361 en ese mismo periodo.
En este campo el detective tiene tres funciones: una preventiva, para evitar sustos y asegurar el control de la información más confidencial y vulnerable; una función de detección para poder investigar cómo y quién hay detrás de un ataque cibernético o una fuga de información; y una tercera función ligada a proporcionar y presentar pruebas de los hechos delictivos delante de un tribunal.
Estas tres demandas en “alza” se suman a los servicios relacionados con los delitos empresariales, una sección que ha aumentado como consecuencia de la coyuntura económica y donde destacan los encargos de investigación de solvencia y localización de deudores, bajas fingidas, fraudes a compañías aseguradoras y mutuas o investigación de competencias desleales entre otras.
El colaborador del Máster Universitario de la VIU, ha señalado que los detectives españoles son los más formados de Europa, ya que en su mayoría tienen estudios en criminología y ha aventurado un “potente incremento de la labor de estos profesionales en los próximos años”.
Tanto es así que a finales de 2016, se estima que habrá en España unas 4.000 licencias de investigación privada expedidas por el Ministerio del Interior, aunque ello no signifique que estén todas en activo, ya que ha habido un incremento gradual en los últimos años, según Moreno, debido al aumento de la oferta formativa y ligado a la recuperación económica. En este sentido, ha explicado que, según el Anuario Estadístico del Ministerio de Interior de 2015, en ese año había 3.792 licencias de detectives, 360 licencias más con respecto al año anterior y 1.421 despachos de detectives, 50 más que en 2014.
Un crecimiento que lleva aparejado un mayor nivel de paridad de manera que, a día de hoy un 30% de las detectives privadas en España son mujeres y han conseguido “hacerse un hueco en una profesión tradicionalmente masculina”.
En esta línea, ha señalado que se trata de una profesión “con un gran futuro” ya que existen nichos de mercado “prácticamente vírgenes” como las investigaciones ligadas al Medio Ambiente, el maltrato animal, la detección de escuchas, el mistery shopper o cliente misterioso, acoso escolar y Bullying o el robo de identidad en Internet.